Luces de plata cortando las horas,
Luces de carne por cientos sajada,
Luces de mimbre meciendo el dolor,
y al fondo, una lumbre.
...IR, 1r pis, despatx 120 (inşallah)
sábado, 3 de octubre de 2009
lunes, 18 de agosto de 2008
Gece ki son dileğim
Tiny dewdrops of our most ardent desires
were sprinkled all over your jasmined skin,
Your eyelids distilling our non spoken longings;
May daring gold bridges arise from this bliss?
Let Mediterranean become our shared cradle,
Llevant, Günbatısı weave our wings and hold,
Let elders discuss about flags and religions,
it is lastly you to whom I do devote.
Yet your taste and kiss lie down fresh in this chest,
closest in flesh, deepest in heart,
outrunning all twilights, snatching my rest.
Yet I torment again with a plosion of fears,
so afraid to delight with our past sacred sins,
in a sudden outburst for your soul, worthest gift.
Yet your eyes mesmerize me recalling our loss,
that new world of us, a new life such,
an ephemeral, immortal though, divine touch.
Yet you are and will be my hidden sole light,
an everlasting daydream;
my first thought of day, and my last wish at night.
were sprinkled all over your jasmined skin,
Your eyelids distilling our non spoken longings;
May daring gold bridges arise from this bliss?
Let Mediterranean become our shared cradle,
Llevant, Günbatısı weave our wings and hold,
Let elders discuss about flags and religions,
it is lastly you to whom I do devote.
Yet your taste and kiss lie down fresh in this chest,
closest in flesh, deepest in heart,
outrunning all twilights, snatching my rest.
Yet I torment again with a plosion of fears,
so afraid to delight with our past sacred sins,
in a sudden outburst for your soul, worthest gift.
Yet your eyes mesmerize me recalling our loss,
that new world of us, a new life such,
an ephemeral, immortal though, divine touch.
Yet you are and will be my hidden sole light,
an everlasting daydream;
my first thought of day, and my last wish at night.
sábado, 24 de noviembre de 2007
jueves, 3 de mayo de 2007
miércoles, 22 de noviembre de 2006
sábado, 14 de octubre de 2006
lunes, 28 de agosto de 2006
Letargo
― Pensar, pensar, pensar... ¿no hay más por lo que suspiras?
Pierdes el día entre silencios, oliendo las tapas de tu vida,
masticando las pieles del tiempo de lado a lado sin medida,
sin otro pulso que el compás de un seco reloj polvoriento.
A base de coser sombras, tu alma se ha vuelto fría...
― No es cierto, no quiero que mientas: Soy caliente, o mejor tibia,
porque doy lo justo a los que buscan, quizá más a los que encuentran.
¡Pero todos van a tientas!
Me buscan sin ver más que espejos o cristales, reflejos y traveses,
quizá visiones ancestrales, espejismos muchas veces.
No soy más que falsa moneda, que viaja de mano en mano,
pero que nadie quiere guardar (¡por lo menos hasta perderla!)
― ¡Pero la gente se mueve ahí fuera!
― La gente va y viene, sale y entra,
y aunque algunos acompañen,
pocos riegan,
nadie siembra.
Yo recibo y despido luego,
saludo mientras me apeo,
espero siempre sola al rocío
y sola siempre acompaño al viento.
La gente va y viene,
pero yo sólo vengo,
yo vengo y vuelvo,
callo y estropeo,
hablo y miento,
busco y pierdo;
tengo y lamento,
sonrío y muero,
tiro y busco,
veo y quiero.
Dime pues,
¿¿Cómo quieres que me abra puertas
sin otra llave más que el tiempo??
Dímelo
Pierdes el día entre silencios, oliendo las tapas de tu vida,
masticando las pieles del tiempo de lado a lado sin medida,
sin otro pulso que el compás de un seco reloj polvoriento.
A base de coser sombras, tu alma se ha vuelto fría...
― No es cierto, no quiero que mientas: Soy caliente, o mejor tibia,
porque doy lo justo a los que buscan, quizá más a los que encuentran.
¡Pero todos van a tientas!
Me buscan sin ver más que espejos o cristales, reflejos y traveses,
quizá visiones ancestrales, espejismos muchas veces.
No soy más que falsa moneda, que viaja de mano en mano,
pero que nadie quiere guardar (¡por lo menos hasta perderla!)
― ¡Pero la gente se mueve ahí fuera!
― La gente va y viene, sale y entra,
y aunque algunos acompañen,
pocos riegan,
nadie siembra.
Yo recibo y despido luego,
saludo mientras me apeo,
espero siempre sola al rocío
y sola siempre acompaño al viento.
La gente va y viene,
pero yo sólo vengo,
yo vengo y vuelvo,
callo y estropeo,
hablo y miento,
busco y pierdo;
tengo y lamento,
sonrío y muero,
tiro y busco,
veo y quiero.
Dime pues,
¿¿Cómo quieres que me abra puertas
sin otra llave más que el tiempo??
Dímelo
lunes, 3 de julio de 2006
Le sable brun
un petit pas dans le sable,
un petit pas remarquable,
une empreinte peu profonde,
pour faire tourner le monde
un petit pas dans le sable,
un petit pas véritable,
flirtant avec la vague,
non ce n'est pas une blague
un petit pas dans le sable,
un petit pas désirable,
ce pied dans le sable brun...
ce petit pas dans le sable,
ce petit pas effacable,
la vague l'a parcouru.
oh! il a disparu!
un petit pas remarquable,
une empreinte peu profonde,
pour faire tourner le monde
un petit pas dans le sable,
un petit pas véritable,
flirtant avec la vague,
non ce n'est pas une blague
un petit pas dans le sable,
un petit pas désirable,
ce pied dans le sable brun...
ce petit pas dans le sable,
ce petit pas effacable,
la vague l'a parcouru.
oh! il a disparu!
domingo, 11 de diciembre de 2005
Noche inventada
Hoy me he querido inventar una noche.
Mi noche empezó a las 3:00. No había música, ni luces, ni bailes. Sólo estaba yo, yo y la noche, rodeándome y girando sobre mí en vaivenes sinuosos. Sabía que me sentía algo solo, así que inventó palabras para mí.
Todas eran cálidas y de mirada almendrosa. Todas evocaban sensaciones de paz, de alivio, de emoción; aromas exultantes, trueques impensables, sabores sencillos aunque llenos de matices, de colores, de ventanas. Todas chispeaban, todas se encendían, todas se besaban y latían en frases ardientes.
Y por fin todas se acaban consumiendo, lentamente, entre brasas aún candentes.
Mientras las últimas palabras se van apagando, rozo con mis dedos sus cenizas, y las llevo a mi frente. De nuevo me pongo a dibujar, pero esta vez no aparecen máscaras ni desafíos, esta vez aparece un rostro, tibio y confortable. Ese rostro, ¿por qué no?, es el tuyo.
Mi noche acabó a las 4:00.
¿estás segura de que me toca el lado caliente de la cama?
Mi noche empezó a las 3:00. No había música, ni luces, ni bailes. Sólo estaba yo, yo y la noche, rodeándome y girando sobre mí en vaivenes sinuosos. Sabía que me sentía algo solo, así que inventó palabras para mí.
Todas eran cálidas y de mirada almendrosa. Todas evocaban sensaciones de paz, de alivio, de emoción; aromas exultantes, trueques impensables, sabores sencillos aunque llenos de matices, de colores, de ventanas. Todas chispeaban, todas se encendían, todas se besaban y latían en frases ardientes.
Y por fin todas se acaban consumiendo, lentamente, entre brasas aún candentes.
Mientras las últimas palabras se van apagando, rozo con mis dedos sus cenizas, y las llevo a mi frente. De nuevo me pongo a dibujar, pero esta vez no aparecen máscaras ni desafíos, esta vez aparece un rostro, tibio y confortable. Ese rostro, ¿por qué no?, es el tuyo.
Mi noche acabó a las 4:00.
¿estás segura de que me toca el lado caliente de la cama?
jueves, 8 de diciembre de 2005
Anoche anduve
Anoche andaba, buscando recuerdos en el arcén, rascando las suelas en el asfalto, sintiendo como las ramas altas de aquel almendro hendido en la oscuridad pararon las horas en la noche más fría. También sentí que estabas.
—¿Estás aquí? —pregunté.
—Estoy detrás de ti.
—Pero no te veo si me giro.
—Sigo detrás tuyo cuando te giras.
—Entonces, ¿no podré verte?
—Quizá si dejas de buscarme.
—Pero ¿quién eres?
—Ya lo sabes.
Pensé, callado. En nada. Y en ti.
—¿Cómo te encuentras? —dije entonces.
—Tengo más frío que hambre. Aunque no quieras darte cuenta.
Y pienso en ti. Quieto. Luego andando, otra vez. No te necesito. Ni a las otras, aunque no sean nadie para mí. No estoy solo. Quiero que lo sepas. Aunque no quiero pensar todo esto. Ni oír tu voz. Porque no eres tú. Echo de menos tu cintura. No puedes serlo. Tan cálida, suave... ¿Y ahora?
ahora tienes más frío que hambre.
dedicado a Anaïs la desconocida (miramealosojos.blogspot.com)
jueves, 17 de noviembre de 2005
Jaque a mis reinas
Miedo a sentir necesidad de algo, ese es uno de los peores. Te encuentras en una situación diferente de la anterior, alguien que estaba incómodo la ha hecho cambiar, el mundo se empieza a tambalear sobre ti. Los cánones sociales te empujan a querer algo, buscar algo, ¿por qué? porque es lo que necesito ahora, ¡lo dicta la vox populi! Ahí empieza la ansiedad.
En el flanco anterior del damero, las piezas están bloqueadas, olvidadas, inútiles. Te maldices por haber perdido piezas tan valiosas en una jugada que aún no comprendes, ni sabes si realmente quieres comprender, porque pondría en tela de juicio tu valía. El flanco del pasado en eterno retorno, del recuerdo, del recuerdo imaginario que maldice las horas marcando sus latidos al ritmo de un corazón enfermo. Y nunca acaba de morir el jodido. Las piezas siguen soslayando amargas miradas hasta el fin de la partida, tan lejano y tan inconsistente.
El flanco posterior difiere completamente. Allí las piezas se pueden mover con total libertad, sugiriendo eternas jugadas incalculables. Allí, con una serie muy cuidada de movimientos se podría llegar a conquistar un terreno quizá deseado. '¿Por qué?' Lo dicta la partida. Quizá lo desee. Quieres empezar una jugada que te conduzca a ganar algo. Las piezas de atrás te siguen observando, "¡Mueve!". Mueves, la partida empieza a rodar lentamente. Quieres ganar. '¿Por qué?' Lo deseo. "¡¡Mueve!!". Lo dicta la partida. Tengo que matar. '¿A quién?' "¡¡¡Mueve!!!". A una que valga mucho. Creo que... a su reina. '¡Pero si ya está bloqueada!' "¡¡¡¡Mueve!!!!" Da igual, tengo que matar. Lo dicta la partida. Alguien podría acabar con mis piezas bloqueadas. '¡Pero si ésas ya no sirven para nada!'
Pero son mías.
¡MUEVE!
martes, 18 de octubre de 2005
La creu del camí de la Mora
_________________________________________________
Venen temps de canvi, i cal donar explicacions. Un pot ser pretenciós amb si mateix, però quan altres entren en joc, les regles han de canviar. Tot és culpa d'un personatge. Al món n'hi ha molts, cadascun és únic, i aquest també (però molt únic).
Les línies que escric sempre parlen d'impressions, interseccions de blau celestial per a vessants cognitives, sublimants -el color de l'esperit- i de groc curry per a la terra dura, irracional, freda -el color dels bojos-. Aquest era el mestissatge preferit del vell Kandinsky. Vell, perquè va necessitar tota la seva vida per a ser capaç d'aillar el que volia assaborir en companyia.
Cada persona és un món, i cada blog és una necessitat concreta dins d'un món diferent. És una de les parts més agradables d'aquesta sopa de veus mass-mediatitzada. Potser és que som tots dos molt semblants, JG, amb llapis diferents. Un cop em van dir que la màgia de la cuina resideix en què tot i barrejar molts gustos en un mateix plat, el mestre aconsegueix que cadascun actuï en solitari i al moment que li pertoca.
Aquest blog no deixarà mai de ser un diari d'impressions subjectives, pensades perquè jo les llegeixi, i potser les recordi i m'hi capbussi. També s'alimenta de nàufrags del quotidià, que es proposin no entendre, que busquin no trobar, que vulguin passejar en òvals i mirin de no veure. Hi ha moments així.
Les línies que escric sempre parlen d'impressions, interseccions de blau celestial per a vessants cognitives, sublimants -el color de l'esperit- i de groc curry per a la terra dura, irracional, freda -el color dels bojos-. Aquest era el mestissatge preferit del vell Kandinsky. Vell, perquè va necessitar tota la seva vida per a ser capaç d'aillar el que volia assaborir en companyia.
Cada persona és un món, i cada blog és una necessitat concreta dins d'un món diferent. És una de les parts més agradables d'aquesta sopa de veus mass-mediatitzada. Potser és que som tots dos molt semblants, JG, amb llapis diferents. Un cop em van dir que la màgia de la cuina resideix en què tot i barrejar molts gustos en un mateix plat, el mestre aconsegueix que cadascun actuï en solitari i al moment que li pertoca.
Aquest blog no deixarà mai de ser un diari d'impressions subjectives, pensades perquè jo les llegeixi, i potser les recordi i m'hi capbussi. També s'alimenta de nàufrags del quotidià, que es proposin no entendre, que busquin no trobar, que vulguin passejar en òvals i mirin de no veure. Hi ha moments així.
...i joan genís era el su nom ^^ / joangenis.blogspot.com /
"... Mentrestant, l'altre volava per sobre l'arboç, llampeguejant a la intersecció en creu de camins de sorra, per la cantonada on s'ergia la Font. I el primer restava hipnotitzat a l'altre camí, assaborint l'aire plúmbic de la vesprada, contemplant astorat l'ombra de l'església que tallava el cel sagnant de setembre. Les ungles trepitjaven la seva terra, de fonoll i vinya. I pensava en la sorra dels dos camins."
"... Mentrestant, l'altre volava per sobre l'arboç, llampeguejant a la intersecció en creu de camins de sorra, per la cantonada on s'ergia la Font. I el primer restava hipnotitzat a l'altre camí, assaborint l'aire plúmbic de la vesprada, contemplant astorat l'ombra de l'església que tallava el cel sagnant de setembre. Les ungles trepitjaven la seva terra, de fonoll i vinya. I pensava en la sorra dels dos camins."
Pancho et Lucky
miércoles, 13 de julio de 2005
Kokoro (no ai?)
Volará, dicen (mucha duda cabe)
Lo demás nada importa, es trayectoria...
Lo demás es dar vueltas en la noria,
Tenerse que morir, eso es lo grave
sábado, 18 de junio de 2005
Cenizas de vientos cruzados
Pienso en estas, algunas, palabras escritas en flúor. Y pienso en la necesidad de quemar unos pocos recuerdos, insistentemente, hasta las cenizas; pintarme con ellas en la frente, dibujar transformaciones, y hacer que la gente juegue a descifrarlas.
Alemanias oscuras como el cristal, Macedonias calladas, F-15 bailarines, peeps de carne bañada en pintura y sudor...
Recuerdos que de súbito se reencarnan en absurdos. Entonces dejan de ser míos, porque un absurdo no es de nadie; un absurdo es de cada uno.
En tiempos del zoco, se mediaba el autoconocimiento para asir el conocimiento, la esencia de realidad; actualmente, opino que pretendemos usar el conocimiento para llegar a conocernos. Y qué coño. Hemos pagado un peaje por entrar en la autopista corazón-razón, y a mí por lo menos, me encanta saltarme esa puta mediana de hormigón que separa los carriles.
Los adeptos a esos absurdos vemos en ellos la posibilidad de crear espejos de la ficción y espejismos de realidad. Porque lo necesitamos. Necesitamos retos insuperables, engañosos, imbatibles. La vida es uno más.
No dejan de impresionarme los constantes intentos de la persona por dar razón a sus absurdos.
El absurdo de cada uno.
Alemanias oscuras como el cristal, Macedonias calladas, F-15 bailarines, peeps de carne bañada en pintura y sudor...
Recuerdos que de súbito se reencarnan en absurdos. Entonces dejan de ser míos, porque un absurdo no es de nadie; un absurdo es de cada uno.
En tiempos del zoco, se mediaba el autoconocimiento para asir el conocimiento, la esencia de realidad; actualmente, opino que pretendemos usar el conocimiento para llegar a conocernos. Y qué coño. Hemos pagado un peaje por entrar en la autopista corazón-razón, y a mí por lo menos, me encanta saltarme esa puta mediana de hormigón que separa los carriles.
Los adeptos a esos absurdos vemos en ellos la posibilidad de crear espejos de la ficción y espejismos de realidad. Porque lo necesitamos. Necesitamos retos insuperables, engañosos, imbatibles. La vida es uno más.
No dejan de impresionarme los constantes intentos de la persona por dar razón a sus absurdos.
El absurdo de cada uno.
viernes, 17 de junio de 2005
Medio €, dijo
Regustos italoanglomexicanos estos días. Seúles y Bostons. Cinco días, cinco milisegundos, cinco euros, cinco películas... Viaje y sonido, y cerveza bien rubia y recuerdos para yod, de quien el viento trae aires de decepción futura por entre un horizonte, uno solo, tremendo y tremendamente monótono. A todo acompaña este sentimiento de "sí pero no del todo". A todo envuelve esta bóveda de plomo entre oro y oro prometido, oro esperado. Mentiras de meshé, rematando lo cansino.
Por otro lado, es increíble que el carácter sarcástico y el victimismo vayan tan cogidos de la mano, ¿verdad?
Y de pronto pienso en lilith.
Por otro lado, es increíble que el carácter sarcástico y el victimismo vayan tan cogidos de la mano, ¿verdad?
Y de pronto pienso en lilith.
domingo, 12 de junio de 2005
Día sin horas
Perderse entre horas perdidas sienta bien después de noches tan cortas. Un día de manta y gafas, arroces, salsas de mostaza y queso frito, escuchando cabañas del turco y a ese grupo chispa sudafricano que meshé conoce.
Pensando en Serbia, sus grandes riquezas venidas a menos y su clima continental y no mediterráneo. En sus caras dolidas y pelo de trigo, ojos de bosque con sol en rocío. En los cuatro años de una soledad diferente sin solución, que no lograron que cuatro años de diferencia solucionaran la soledad de dos. Quizá por suerte. Quizá por tiempo.
Pensando en pensar, en vodka holandés y en condiciones (¿restricciones?) sexuales, en Valencias y Madrides, en Polonias, Portugales y Caribes, en diez días que ya son nueve, en dos películas de martes que quizá no lleguen nunca o quizá ya tenga que recordar.
En lo inmensamente bien que sienta disfrutar de esos momentos extraños antes del cambio. La estacionariedad. El miedo a volver a tener miedo, habiéndolo ya vencido, pero sabiendo una vez más como vencerlo.
En disfrutar del DEJARSE LLEVAR por esos instantes finales.
Pensando en Serbia, sus grandes riquezas venidas a menos y su clima continental y no mediterráneo. En sus caras dolidas y pelo de trigo, ojos de bosque con sol en rocío. En los cuatro años de una soledad diferente sin solución, que no lograron que cuatro años de diferencia solucionaran la soledad de dos. Quizá por suerte. Quizá por tiempo.
Pensando en pensar, en vodka holandés y en condiciones (¿restricciones?) sexuales, en Valencias y Madrides, en Polonias, Portugales y Caribes, en diez días que ya son nueve, en dos películas de martes que quizá no lleguen nunca o quizá ya tenga que recordar.
En lo inmensamente bien que sienta disfrutar de esos momentos extraños antes del cambio. La estacionariedad. El miedo a volver a tener miedo, habiéndolo ya vencido, pero sabiendo una vez más como vencerlo.
En disfrutar del DEJARSE LLEVAR por esos instantes finales.
Sabores azules y amarillos
Los aires que respiramos ya han pasado por las gargantas de demasiada gente, y he aprendido a no aspirar a nuevas rarezas. Bastante feliz soy ya con este alternativismo tan y tan convencional... en fin, como todo lo que hago y medio mundo hace.
Pero volviendo al tema, y perdiéndome por una nueva rama (que para eso es mi blog). Como todo lo que nos llama la atención, no es nuestro; alguien nos dice que es parte de él/ella, y como admiramos a ese él/ella, aspiramos a llegar a comprender eso que tanto caché le da. Tanto, que al final lo hacemos nuestro, y a veces incluso hacemos un nuestro más grande que el suyo. Hablo de yod, aunque en este caso no aspiro a compararme con su suyo.
En este caso volvemos a copiar el cielo y la tierra, las profundidades y la locura de manos del señor K, que debía ser bastante gilipollas a mi parecer, pero interesante sin duda. Eso por una parte.
Por la otra, el hecho de que estas punzadas no las sentimos del todo al principio, mientras masticamos a dos carrillos. Tenemos que esperar a tragar, y entonces empezar a jugar con la lengua, descubrir los pequeños recovecos de una memoria que ahora es. En ese instante es cuando encontramos los salados y dulces de verdad, sólo entonces.
Explicado, y a otra cosa mariposa.
Pero volviendo al tema, y perdiéndome por una nueva rama (que para eso es mi blog). Como todo lo que nos llama la atención, no es nuestro; alguien nos dice que es parte de él/ella, y como admiramos a ese él/ella, aspiramos a llegar a comprender eso que tanto caché le da. Tanto, que al final lo hacemos nuestro, y a veces incluso hacemos un nuestro más grande que el suyo. Hablo de yod, aunque en este caso no aspiro a compararme con su suyo.
En este caso volvemos a copiar el cielo y la tierra, las profundidades y la locura de manos del señor K, que debía ser bastante gilipollas a mi parecer, pero interesante sin duda. Eso por una parte.
Por la otra, el hecho de que estas punzadas no las sentimos del todo al principio, mientras masticamos a dos carrillos. Tenemos que esperar a tragar, y entonces empezar a jugar con la lengua, descubrir los pequeños recovecos de una memoria que ahora es. En ese instante es cuando encontramos los salados y dulces de verdad, sólo entonces.
Explicado, y a otra cosa mariposa.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)